{image}http://lh5.googleusercontent.com/-nPo_2vx0d-Q/VAjIFNWQNsI/AAAAAAAAJvU/xlU2DPBIK00/s500/crisis_salud_carmen_bolivar.jpg{/image}Los trabajadores del sector salud en el municipio El Carmen de Bolívar se unieron a los pobladores y cerraron la carretera principal que conecta a la Costa Atlántica. Es increíble la ineficacia del gobierno para manejar el caso de las jovencitas enfermas en este municipio.

Como se ha hecho público en el país por estos días. Unas niñas del Carmen de Bolívar comenzaron a sufrir desmayos y ataques poco después de recibir una vacuna contra el Virus del Papiloma Humano para prevenir el cáncer uterino. Un procedimiento aparentemente seguro que se practica en muchos países sin mayores complicaciones. Sin embargo, hoy más de 350 de ellas han sido trasladadas a los hospitales de la región, que ya no dan abasto.

De acuerdo con el presidente de Anthoc nacional, Héctor Alvis, el Ministro de Salud prometió una reunión este miércoles con las familias. Pero poco antes de llegar afirmó que solo se entrevistaría con algunos de los afectados y a puerta cerrada en la iglesia.

El gobernador llegó a la zona para mediar. De ahí se armó una trifulca por la obvia molestia de los asistentes ante la falta de respuestas. La turba enfurecida obligó al gobernador a retirarse antes de un linchamiento y al ministro a reunirse con más gente de la programada. La mayoría de los habitantes salieron a la Troncal de Occidente y quemaron llantas para exigir soluciones inmediatas.

La realidad es que la respuesta del Ministerio de Salud y las autoridades locales al tema ha sido bastante escueta.Una comisión de biólogos, sicólogos y especialistas realizaron estudios. El gobierno hace sus análisis y un investigador externo independiente hizo lo propio. Ambos coincidieron en que “las niñas no están enfermas”. De hecho, hasta el mismo presidente Santos repitió esta afirmación.

A simple vista es claro que detrás de este fenómeno hay tres problemas graves de fondo. El primero, la comunidad le pidió al Ministerio que llegara al Carmen de Bolívar, estudiara el caso detenidamente y les presentara un informe. Pero la entidad no lo ha hecho, no ha dado respuestas. Los hospitales no dan abasto y las familias están sumamente preocupadas, sobre todo, por las edades de las niñas. En resumen, ningún gobierno cumplió su obligación de ofrecer explicaciones claras a los pobladores.

Sea o no una enfermedad, la gente amerita respuestas concisas. Especialmente porque eso aclararía las dudas de las niñas y disiparía el miedo a estar “contagiadas”. Si es en realidad una enfermedad sicógena tampoco se ha sabido cómo manejarla.

Dos, los medios masivos de comunicación con noticias “amarillistas” y un tratamiento que raya en la burla han ayudado a “avivar la hoguera”. Lejos de darles tranquilidad a los padres de familia han extendido y exacerbado el miedo a más regiones del país.

Y tres, el tratamiento mismo que ha dado el gobierno ha dejado mucho que desear. El sistema de salud local colapsó en poco tiempo. No había ambulancias ni personal médico capacitado para atender la emergencia. Así que es claro que Colombia no está preparada para atender una verdadera epidemia.

Los Comités de Madres, las organizaciones populares y de campesinos están unidos. Los sindicatos y los hospitales están preocupados porque no han podido dar respuesta como quisieran.Una comisión de los familiares se reunió con el sindicato y representantes del gobierno para estudiar alternativas. Es hora de que se presenten soluciones verídicas, no excusas, sea una sintomatología real o se trate de una enfermedad sicógena.

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