La tuberculosis supone un auténtico problema de salud pública, tanto a nivel nacional como mundial, por lo que quizá merezca la pena detenerse a analizar su situación epidemiológica actual, tan importante para comprender correctamente esta enfermedad en su globalidad. Hoy día existe mayor control pero no deja de ser una amenaza para la salud y el bienestar de las personas.
 
El 24 de marzo de 1882, el doctor Robert Koch, descubrió el bacilo de la Tuberculosis y lo presentó a un grupo de médicos en Berlín. En el siglo XIX ésta epidemia llegó a convertirse, en Europa y América, en una de las mas graves de la época. En la celebración mundial del día de la Tuberculosis, se implementan esfuerzos para detener la mortalidad de miles de personas.

La OMS señaló ayer que la enfermedad, pese a los progresos realizados en su prevención y tratamiento, diariamente mata más de 4.000 personas en todo el mundo, y presenta especial riesgo en los casos extremadamente resistentes. En 2006, la enfermedad registró 9,2 millones de casos nuevos y 1,5 millones de muertes.

Con el lema “Yo puedo frenar la Tuberculosis” en una alusión al trabajo en conjunto que todos los países del mundo pueden realizar en la lucha contra la enfermedad. La prioridad es la prevención e investigación, es importante destinar recursos suficientes, si se unen esfuerzos es posible erradicar la epidemia.

La Tuberculosis es una enfermedad infectocontagiosa, producida por el mycobacterium tuberculosis, afecta principalmente los pulmones, pero puede extenderse a otros órganos del cuerpo. Cualquier persona puede infectarse, a través del aire contaminado por secreciones como tos o estornudo, cuando habla o escupe un conatgiado expulsa bacilos de la tuberculosis.

Basta inhalar un pequeño número de esos gérmenes para resultar infectado. Se entiende por infección la presencia de bacilos de la tuberculosis en el organismo. No obstante, no todas las personas infectadas por esos bacilos necesariamente enferman.

Esta enfermedad causa la muerte de más personas que cualquier otro agente infeccioso. Las defunciones por tuberculosis representan el 25 por ciento de toda la mortalidad evitable en los países en desarrollo, donde se registra el 95% de los casos y el 98% de los fallecimientos causados por esta enfermedad; el 75% de los casos se sitúa en el grupo de edad económicamente productivo entre los 15 y los 50 años.

Uno de los síntomas de alarma es la tos de varios días de evolución, esta tos por lo general es seca y sin secreción; además puede estar acompañada de dolor en el tórax y como caso crónico o avanzado sangrado al toser. Puede presentarse fiebres, o en otros casos es asintomática, es decir que no produce ningún síntoma, por eso la importancia de visitar al especialista cuando se presente tos recurrente.

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