El año pasado cerró con otra desilusión en la definición del salario mínimo para el presente año. En su análisis, Yesid Camacho, presidente de Anthoc nacional, apunta a que el fracaso está en que las centrales han dejado que el Gobierno manipule desde la definición hasta la negociación.
“Hemos planteado que ese sistema de definición del salario mínimo debe modificarse de fondo. Ese criterio de que los salarios deben crecer únicamente con base en la inflación ya hizo crisis. Puesto que las fórmulas que maneja el Dane no corresponden al real crecimiento del costo de vida para la población colombiana”.
Efectivamente, el Gobierno desde el Dane logra imponer la cifra a pesar que la realidad nacional muestra otra cosa. La economía del país se está soportando en los hombros de una clase trabajadora agotada, pero las estadísticas no lo evidencian.
“Uno no puede entender cómo aparece una inflación del 4.09 para el año anterior, sin embargo, encuentra que muchas cosas como el combustible, los alimentos y demás, suben por encima del 7 y del 10%; los impuestos indirectos crecen por encima, hubo una reforma tributaria, en el solo significaba un incremento del 3%. No hay credibilidad en las fórmulas que vienen manejando el Dane”, precisa Camacho.
Incluso, las fechas de determinación del salario, justo cuando los trabajadores están en vacaciones, son otra manipulación del Gobierno. Camacho invita a cambiar las reglas. “Las centrales obreras se han dejado meter en ese tipo de planteamientos y no se moviliza a la sociedad en defensa del salario mínimo, cuando tiene incidencia sobre muchos factores determinantes en el país”.