Así lo denunció, Francisco Carrillo, directivo de la Secretaría de Derechos Humanos de Anthoc y Fiscal de Anthoc; quien continuó explicando que el gobernador Andrés Gonzáles busca por medio de las ordenanzas 071 y 072 el cierre de todos los hospitales públicos de Cundinamarca para entregarlos a operadores externos.
El epicentro del cambio estará en la región del Gualivá, más exactamente en el hospital de Villeta, el cual pasaría a ser Empresa Social del Estado. De allí, la medida se replicaría a los hospitales cercanos, como el de Guaduas; en otras palabras, todos los hospitales de la zona se convertirían en simples centros de salud. Luego, se aplicaría al resto del departamento.
Tal como lo describe Francisco Carrillo, la situación es “grave para la salud”, mientras que todos los empleados serían liquidados. El verdadero objetivo del gobernador saliente, posición que continuaría el entrante Andrés Hernández, es que los 36 hospitales, ya completamente saneados, sean entregados a operadores externos, tal como sucedió como con el hospital de Zipaquirá que actualmente es una unidad de La Samaritana.
Anthoc ha agilizado los trámites para evitar esta “tragedia” enviando las circulares a las entidades correspondientes y se encuentra a la espera de una reunión con alguno de los dos gobernadores. Para el sindicato estas ordenanzas van en contra de las órdenes del Ministro de Protección Social.
