En realidad no son uno sino cuatro casos. Aristides Hernández, presidente de ANTHOC Norte de Santander, los calificó más que como ‘paseos de la muerte’, como ‘homicidio en la puerta del hospital’. Él describió la situación.
Los hechos se presentaron en el Hospital Universitario Erasmo Meoz de Cúcuta, un centro médico que cobija a Cúcuta, Norte de Santander, parte de Boyacá, Cesar y Arauca. Allí llegó Hernando Otero como director del área de Urgencias. Los demás trabajadores lo describen como un ‘tecnócrata’ que ejerce la medicina. Lo primero que hizo fue darse cuenta de que “solamente” tiene 75 camillas habilitadas para urgencias, por eso, decide que sólo se atenderían 75 pacientes.
El resto de los trabajadores, que conocen las dificultades y deficiencias del sistema de atención en Colombia, están acostumbrados a recibir hasta 300 pacientes por la necesidad de prestar el servicio, y atienden en los pasillos e, incluso, debajo del palo de mango, porque dentro del hospital hay un palo de mango.
Con la llegada de Otero, en solamente 8 días murieron 4 pacientes, puesto que él se negaba a su atención. El caso más representativo fue el del joven Yeison José Villamizar Montañez, quien venía desde Pamplona. Arribó al hospital a las 3:15 de la tarde con insuficiencia respiratoria y le negaron la atención por la orden del director de Urgencias. A las 5:15 de esa misma tarde falleció, ni los esfuerzos de su familia ni los de la auxiliar de enfermería que lo atendió pudieron salvarle la vida, porque no le habilitaron una bala de oxígeno.
ANTHOC interpuso la denuncia ante los medios de comunicación regionales, la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría, y actualmente trabajan en una denuncia penal por homicidio culposo. Hernández comenta que los medios de comunicación nacionales y el mismo Gobierno no le han dado interés a divulgar esta grave situación.
