Carmen Muñoz, del Comité de Lucha Popular por Bogotá, denunció que a mediados del mes de diciembre aparecieron personajes de la policía en el edificio del hospital diciéndoles a los funcionarios que iban de parte de la Procuraduría. Les pidieron los datos personales y llenaron unas planillas. No lo explicaron y a la fecha no se sabe por qué razón lo hicieron. Se intuye que como es un hospital que fue cerrado porque supuestamente no era viable, esta es una nueva estrategia para entregar los terrenos a manos privadas.
Desde entonces, la policía hace rondas dentro y fuera del hospital de día y noche; con el aval de la Procuraduría, coordinando con el cuadrante de la localidad y la empresa de vigilancia. También han restringido la entrada de las personas que quieren acceder a las actividades político-culturales que allí se realizan.
Posteriormente, el 28 de diciembre, un grupo de trabajadores decidieron instalarse en una caseta interna para vigilar y frenar el saqueo de los instrumentos que aún permanecen en las instalaciones. El hospital ha sido saqueado durante todos estos años, en los que nunca se presentó la policía para investigar a los responsables de los robos y el desmantelamiento de las instalaciones.
Sin embargo, apenas se enteraron de la radicación de los trabajadores, los uniformados los amenazaron en que si no desalojaban llamarían al Esmad e incluso se llevarían al Bienestar Familiar a una niña que estaba presente, hija de unos funcionarios que viven ahí, sin razones para ello. Los amenazaron: “Que no se hicieran golpear, que no se hicieran judicializar, que ellos tenían permiso para entrar a cualquier hora donde quisieran”, sostiene Muñoz y lo califica como “un atropello más por parte del gobierno y del estado”.
Ella hace un llamado de unidad a ONGs, sindicatos, los trabajadores de los demás hospitales y del Materno Infantil, por la defensa de un hospital para el pueblo y la defensa de la salud. Los invitó a vincularse el 11 de enero a una olla comunitaria, el 18 de enero a una actividad político-cultural y el 15 de febrero a la protesta por la conmemoración del aniversario de cuando comenzó el acabose del San Juan de Dios; “la denuncia sigue permanente”.