El sueño es absolutamente necesario para un adecuado funcionamiento físico y psíquico del individuo, fundamental para el cuerpo humano ya que regula el metabolismo del organismo.
El experto somnólogo y psiquiatra Franklin Escobar, afirma que desvelarse puede causar graves trastornos como cáncer e infarto.
El insomnio se define como la incapacidad de lograr un sueño adecuado, que se manifiesta como dificultad para empezar a dormir, despertares prematuros, insuficiente cantidad de sueño o, en definitiva, la sensación subjetiva de no poder dormir cuanto o cuando se desea.
Aparte de las condiciones naturales de la persona que pueden afectar al sueño como es la edad avanzada, la dificultad para dormir puede venir dada por causas internas o externas.
Causas internas como enfermedades reumáticas, endocrinas, metabólicas, digestivas, neurológicas, psiquiatritas y otras externas como el consumo de sustancias tóxicas tales como cocaína, heroína, éxtasis, anfetaminas. Existen grupos farmacológicos como los corticoides, las teofilinas, los sustitutivos tiroideos, anticancerígenos, diuréticos que causan disminución del sueño en los pacientes. El estrés y las preocupaciones influyen en el sueño notablemente.
Cambiar este ciclo biológico, enriquecido además por algunas claves sociales, como los horarios de comida y de trabajo, puede influir de manera dramática en el estado de salud de las personas. "Primero se da una desorganización del sistema de inducción del sueño, se alteran los ciclos hormonales y se pierde la sincronía con el ciclo de luz y oscuridad", explica el somnólogo.
Más adelante, el cambio de ritmo conlleva alteraciones más graves como depresión o inmunodeficiencias, e incluso aumenta la posibilidad de desarrollar cáncer, porque "las células que protegen al cuerpo de esa enfermedad se producen de noche".
Las personas que trabajan por turnos, por ejemplo, tienen una expectativa de vida de 8 años menos que los demás y están más propensos a sufrir infartos al miocardio y accidentes cerebro vasculares, indica Escobar, para resaltar las consecuencias de la desorganización del sueño.
"La gente piensa que dormir es un tema muy banal, pero suprimirse del sueño es equivalente a suprimirse de alimentos o de agua".