El cese de actividades significa que en la principal institución de salud de Ibagué no se podrá contar con especialistas, ni medicina general. Desde el mismo lunes comenzaron a ser trasladados los pacientes de oncología, lo más preocupante es que buena parte de ellos son niños; pero la realidad es que ni siquiera hay insumos para atenderlos.
“Se convierte en un riesgo muy grande atender a los pacientes sin tener las garantías científicas para prestar un buen servicio. Desafortunadamente llevamos más de un año, casi dos, teniendo reuniones con el gobierno, recibiendo compromisos del gobierno, pero realmente no se ha tomado ninguna decisión de fondo para resolver esta crisis”, manifestó Yesid Camacho, fiscal de Anthoc nacional.
Teniendo en cuenta la mala administración del gerente, la Supersalud había definido intervenir el Hospital. Hasta ahora no ha habido el primer paso y la crisis ya tocó fondo. No hay aumentos salariales hace más de tres años y tampoco han llegado los auxilios del bienestar social del hospital. Irónicamente, el hoy presidente en medio de su ola reeleccionista se comprometió a evitar el cierre del Federico Lleras Acosta.
Para la tarde del lunes se había programado una reunión del gerente con los trabajadores, con el fin de evaluar la situación. A las 7:00 de la mañana del martes, Anthoc adelantará una asamblea con los trabajadores, dependiendo de los resultados de la reunión anterior, se tomará entonces la determinación final en cuanto a si el cierre será total o qué servicios se prestarán.