{image}http://www.eldia.com.co/images/stories/171208/presos.jpg{/image}Los reclusos de la cárcel del Cuduy de Florencia, en el departamento del Caquetá, hicieron una denuncia por la precaria atención que reciben al interior del penal, y por la violación de sus derechos. El documento fue remitido a la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría y la Personería de ésta ciudad.
En la denuncia se expone uno de los casos, el más reciente y el que llevo a que los reclusos hicieran pública la situación. Ocurrió el pasado 30 de noviembre, en horas de la madrugada el interno Julio César Miranda, padecía un fuerte dolor de cabeza, después de varias horas del padecimiento, fue remitido a la enfermería del penal.
En el documento se denuncia que varios de los visitantes del día sábado 1 de diciembre, siendo casi las 9 de la mañana, fueron testigos que al ingresar al penal, el cuerpo del recluso Julio César Miranda estaba tirado en la puerta de la enfermería sin ser atendido.
Según versiones de los compañeros de patio del interno, el dolor lo dejó sin sentido y en estado de coma, fue devuelto a su celda el domingo y sin ninguna prescripción de medicamento alguno y sin diagnostico por el fuerte dolor.
Luis Hernán Vega Cedeño, director del centro penitenciario de Florencia, se pronunció diciendo que Miranda quien después de un fuerte dolor de cabeza perdiera la conciencia, fue atendido dentro de los parámetros de oportunidad y seguridad; dijo también que no pasaron más de 40minutos para que el interno fuera atendido en la enfermería del penal.
Vega Cedeño dijo “Miranda Gutiérrez, fue trasladado inicialmente al Hospital María Inmaculada y posteriormente trasladado a la ciudad de Neiva donde recibió atención médica especializada. El paciente fue trasladado la tarde anterior nuevamente al patio que le corresponde en condiciones normales de salud, aunque existe un plan de atención que deberá cumplirse tal como lo establecieron los médicos en la ciudad de Neiva”.
El caso ya está en manos de las autoridades competentes quienes determinarán la verdad de los hechos y si hay negligencia por parte del centro penitenciario, que se hagan las sanciones correspondientes y se verifique la calidad del servicio que se les presta a los internos.