
En la cotidianidad femenina las ocupaciones diarias son diversas, el trabajo, el estudio, los hijos, el hogar u otras actividades, hacen que el tiempo que se le dedique al cuerpo y a la salud sean mínimos.
Es necesario crear hábitos y disciplinas, que permitan en un lapso de tiempo al día dedicarle al cuerpo.
Alimentarse sanamente: Definitivamente “uno es lo que come” lo que se consume tiene un impacto en la salud y es clave para mantenerse sano. Comer cinco porciones de fruta y vegetales al día, menos grasas saturadas y harinas, mejora la salud y reduce el riesgo de contraer cáncer y otras enfermedades crónicas; el consumo de agua es importante para la eliminación de toxinas.
El peso adecuado: La obesidad es un problema de salud mundial; las personas con sobrepeso u obesos se exponen a un mayor riesgo de contraer enfermedades y afecciones como diabetes, presión arterial, enfermedades cardíacas, derrame cerebral y problemas en los huesos, pues el cuerpo se deteriora cuando tiene que soportar más peso de lo normal.
Mantenerse activa: Es recomendable tener actividad física por 30 minutos, mínimo tres veces por semana, y si el tiempo lo permite, debería ser una rutina diaria. Hay actividades como caminar (a buen ritmo) o la bicicleta que hacen funcionar el sistema cardiovascular y quema las calorías excesivas del cuerpo, además generan un estado de bienestar.
No al cigarrillo: El cáncer, las enfermedades pulmonares, la menopausia temprana, la infertilidad y complicaciones en el embarazo son problemas asociados al consumo del tabaco. El hábito del cigarrillo triplica el riesgo de una afección cardiaca, deteriora notablemente los pulmones, venas y arterias, arruga prematuramente la piel y pigmenta los dientes.
Visitar el medico con frecuencia: Es importante mínimo 2 veces al año hacerse un chequeo general, exámenes de laboratorio y no olvidar la importancia de la citología y la mamografía, si la requiere; la cultura de la prevención no existe y evitaría diagnósticos complejos.
¡Alto al estrés!: Hoy más que nunca el estrés del medio en el que vivimos representa una amenaza a la salud. Mantener el equilibrio es difícil, el trabajo, la economía, las labores cotidianas y las responsabilidades que cada una implica son un verdadero desafío, pero hay que trabajar para que estos factores no determinen nuestra salud emocional y mental.
Consiéntase un poco más: Salud no significa solamente ausencia de enfermedades, es un estilo de vida, es armonía con el cuerpo, la mente y el universo que nos rodea.
Dormir bien, disfrutar las actividades de preferencia, dedicarle tiempo a la creatividad, la lectura, el reconocimiento y conciencia del cuerpo, el ejercicio y/o la danza son buena alternativa. Cualquier actividad que genere bienestar y placidez es válida y contribuye a mejorar nuestra calidad de vida.
Es necesario crear hábitos y disciplinas, que permitan en un lapso de tiempo al día dedicarle al cuerpo.
Alimentarse sanamente: Definitivamente “uno es lo que come” lo que se consume tiene un impacto en la salud y es clave para mantenerse sano. Comer cinco porciones de fruta y vegetales al día, menos grasas saturadas y harinas, mejora la salud y reduce el riesgo de contraer cáncer y otras enfermedades crónicas; el consumo de agua es importante para la eliminación de toxinas.
El peso adecuado: La obesidad es un problema de salud mundial; las personas con sobrepeso u obesos se exponen a un mayor riesgo de contraer enfermedades y afecciones como diabetes, presión arterial, enfermedades cardíacas, derrame cerebral y problemas en los huesos, pues el cuerpo se deteriora cuando tiene que soportar más peso de lo normal.
Mantenerse activa: Es recomendable tener actividad física por 30 minutos, mínimo tres veces por semana, y si el tiempo lo permite, debería ser una rutina diaria. Hay actividades como caminar (a buen ritmo) o la bicicleta que hacen funcionar el sistema cardiovascular y quema las calorías excesivas del cuerpo, además generan un estado de bienestar.
No al cigarrillo: El cáncer, las enfermedades pulmonares, la menopausia temprana, la infertilidad y complicaciones en el embarazo son problemas asociados al consumo del tabaco. El hábito del cigarrillo triplica el riesgo de una afección cardiaca, deteriora notablemente los pulmones, venas y arterias, arruga prematuramente la piel y pigmenta los dientes.
Visitar el medico con frecuencia: Es importante mínimo 2 veces al año hacerse un chequeo general, exámenes de laboratorio y no olvidar la importancia de la citología y la mamografía, si la requiere; la cultura de la prevención no existe y evitaría diagnósticos complejos.
¡Alto al estrés!: Hoy más que nunca el estrés del medio en el que vivimos representa una amenaza a la salud. Mantener el equilibrio es difícil, el trabajo, la economía, las labores cotidianas y las responsabilidades que cada una implica son un verdadero desafío, pero hay que trabajar para que estos factores no determinen nuestra salud emocional y mental.
Consiéntase un poco más: Salud no significa solamente ausencia de enfermedades, es un estilo de vida, es armonía con el cuerpo, la mente y el universo que nos rodea.
Dormir bien, disfrutar las actividades de preferencia, dedicarle tiempo a la creatividad, la lectura, el reconocimiento y conciencia del cuerpo, el ejercicio y/o la danza son buena alternativa. Cualquier actividad que genere bienestar y placidez es válida y contribuye a mejorar nuestra calidad de vida.