“Políticamente, ser libre es disentir;
doctrinariamente, disentir es oponerse;
 Institucionalmente, la libertad de disentir
se plasma en los derechos de
 los partidos de la oposición.
La oposición es a la democracia
lo que el oxígeno al organismo vivo”…[1]

Los resultados de los comicios del domingo 25 de octubre de 2015 evidencian, una vez más, que en Colombia quien ostenta el poder económico tiene los votos y que las fuerzas alternativas difícilmente pueden hacer política electoral ante la enorme desventaja que significa enfrentar a las grandes maquinarias.

Ya se volvió familiar ver narcoparamilitares por los pasillos del Congreso, desafortunadamente esa es la democracia colombiana y poco o nada podemos hacer.

{image}http://lh5.googleusercontent.com/-T5Lm14jpSYY/UznQx7XoDDI/AAAAAAAAGbc/Ttun6z-jxMU/s500/luis_alfonso_mena.jpg{/image}Los importantes anuncios de hoy sobre la liberación de tres ciudadanos cubanos injustamente encarcelados por Estados Unidos, el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y EE.UU.

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