La situación laboral de los médicos, enfermeras, auxiliares, quirúrgicos, camilleros, fisioterapeutas y odontólogos de las Clínicas San Pedro Claver, Carlos Lleras, Misael Pastrana y del Niño en la ciudad de Bogotá, es verdaderamente lamentable.
 
Estas entidades pertenecientes a la Empresa Social del Estado Luis Carlos Galán, se encuentran actualmente en venta.

Estos profesionales de la salud, por orden arbitraria y de estricto cumplimiento de la ESE Luís Carlos Galán en liquidación, es la de foliar durante las horas laborales, 60 hojas y enumerarlas según un consecutivo;  pero esto no es lo peor, el lugar que se les asigno para esta tarea es deplorable, una bodega de sanadresito  de la carrera 38 con 12 B de Bogotá, que se encontraba deshabitada, sucia, con el techo roto y con ratas.

"La orden perentoria que nos dieron verbalmente es que debemos enumerar tres planillas y llenar sus 60 renglones, en las ocho horas laborables, con las identificaciones que tienen las historias clínicas de pacientes que la ESE nos entrega en carpetas y que tienen 10 y más años de guardadas", cuenta un auxiliar de enfermería de la Clínica Lleras.

La manipulación de estas historias que hace tantos años han permanecido expuestas al medio, acumulan grandes cantidades de polvo, ácaros y otros microorganismos que están afectando notoriamente la salud  de las personas que maniobran a diario. Enfermedades y alergias respiratorias, laringitis, faringitis, dermatitis, conjuntivitis son comunes en los trabajadores, ya que las condiciones laborales y sanitarias son precarias.

Este es solo uno de los casos, hay 300 trabajadores más en estas circunstancias y agrupados en tres lugares de la ciudad: en una bodega de la carrera 26 con calle 68, en el Centro de Atención Ambulatoria (CAA) de Santa Bárbara, en el norte, y en el CAA  de Santa Fé.

Las condiciones de hacinamiento y falta de aseo son el común denominador. En la bodega de la calle 68, por ejemplo, la entrada está llena de cajas e historias guardadas en carpetas, amarradas con pita, y en AZ arrumadas. En el interior del edificio, en un tercer piso construido y de ventanas selladas, hay más de 160 profesionales de la salud agachados foliando miles de historias clínicas.

“Los sitios resultan tan indignos y ese trabajo algo inhumano” afirman algunos funcionarios,  varios de los médicos y altos especialistas de esas clínicas que la ESE Galán envió a “foliar”, se negaron a  hacer esa tarea en CAA y bodegas.

"A nosotros nos tienen de bodega en bodega y no sabemos qué va a pasar cuando terminemos de foliar historias, porque nos cancelaron la comisión que teníamos con Caprecom. La ESE tampoco nos liquida ni nos pone a trabajar en lo que hicimos por tantos años", se quejan los profesionales ahora foliadores.

Caprecom asumió la administración transitoria de las instituciones y contrato a la cooperativa Anstecop que, a su vez, se encargó de ubicar al personal que laboraría en esas instituciones donde había más de 3.000 trabajadores.

Este es el panorama que viven diariamente los funcionarios, por cuanto Anestecop contrató a pocos antiguos trabajadores de esas clínicas. Los que no seleccionó, se los entregó nuevamente a la ESE Luís Carlos Galán en liquidación que, a su vez, envió a unos a cursos en el Sena y en Cafam, a otros los mandó a las casas y más de 400 los trasladó a bodegas y archivos a "foliar historias clínicas".


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