Yesid Camacho, Fiscal de Anthoc, hizo un análisis certero de las causas de la crisis de la red hospitalaria: “Creemos que es importante que se hagan este tipo de llamados. Pero también es importante una autocrítica, que no solamente se mire una lista de problemas sino que se miren todas las aristas de esta problemática. La deuda no es solamente de las EPS, es, además, de las entidades territoriales. Hay entidades que les deben grandes cantidades de dinero a los hospitales de sus respectivos departamentos. Hay entidades que han desviado los recursos de la salud para otros fines, que, incluso, han generado corrupción en diferentes departamentos.
Por ejemplo, de los cerca de 600 mil millones de pesos que se les adeuda a los hospitales del Distrito, la Alcaldía de Bogotá, a través de la Secretaría de Salud, tiene una deuda superior a los 200 millones de pesos. En este sentido, el análisis de Camacho se dirige a que muchas entidades territoriales quieren desentenderse de sus obligaciones financieras y responsabilidades para con la salud pública.
El Fiscal de Anthoc es aún más certero: “La salud no puede ponerse como el trampolín político para poner candidato a la Alcaldía de Bogotá o a la Presidencia de la República, o para utilizarla de manera demagógica. La salud es un derecho de la población y como tal hay que salir a defenderla sin protagonismos y cumpliendo con todo. No se puede utilizar a los contratistas para salir a marchas, como la del 19 de julio próximo, mientras no se ha hecho nada para resolver la estabilidad laboral de más de 16 mil trabajadores del Distrito”.
Quien estaría tomando protagonismo tiene nombre propio: Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez, actual Secretario Distrital de Salud. Él se ha autonombrado líder del descontento ciudadano frente al sistema de salud, cuando es un sentir general de todos los colombianos. Durante la marcha del 7 de junio, muchos colombianos se preguntaron por qué una entidad pública se sumaba a un rechazo popular en contra de un sistema público (que ella misma maneja y que ella misma podría corregir, al menos cancelando su deuda) la respuesta es una luz que aporta Camacho: “El Movimiento Progresistas está utilizando a Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez, politiquero conocido y perseguidor de trabajadores, que metió en la crisis de la reestructuración neoliberal a los hospitales, ex gobernador del Tolima, que echó a más de 1.500 trabajadores y que ha hecho política al lado de todas las porquerías existentes en el país.
Él está dirigido más a asumir un interés de protagonismo, muy seguramente pensando en la Alcaldía de Bogotá”.
