Respecto a eso, según el galeno y veedor Marsiglia, “creemos que esta situación no debe enmarcarse meramente en el campo laboral o como un problema de los trabajadores, sino que tienen que intervenir los organismos de control del estado, en cuanto se debe permitir que se haga una investigación seria de lo que está sucediendo al interior de la institución. Aquí suceden cosas serias que violentan la naturaleza de la misma institución”.
En cuanto a las deficiencias administrativas que se traducen en un inadecuado trato a los internos, Marsiglia responde: “Yo le puedo decir que aquí tenemos casos de ancianos con trastornos mentales que se convierten en un peligro para el resto de la población que habita aquí. Tenemos una especie de cepo, con un interno que se mantiene en condiciones infrahumanas y se le hacen los suministros por un huequito allá arriba, lo que se reduce a lo peor en que puede caer una persona: negarle los derechos humanos, la posibilidad de tener asistencia profesional para que se recupere; un paciente a quien no se le brinda mínima asistencia médica, ya que estos organismos deben existir para dar una asistencia integral a los ancianos”.
Sobre los presuntos malos manejos de la entidad, según el señor Marsiglia, “Aquí tenemos indicios de que existen, paralelamente, pagos de salarios; un uso inapropiado de algunos recursos, que se les da una destinación distinta a la para lo que se le consigue”.
Igualmente, “Creemos y tenemos indicios de que hay peculado. Aquí se viene suministrando carne por una Fundación, más sin embargo, tenemos indicios y eso tienen que investigarlo los organismos de seguridad, de que aquí se viene facturando una carne que nunca llega, sí. Entonces me parece que son cosas muy graves, que debería verificarse si efectivamente son así”.
También, según el señor Marsiglia, “Igualmente sucede con las drogas, ya que la gran mayoría de los ancianos aquí, tienen el amparo del sistema de salud subsidiado. Sin embargo, parece ser, que se registran salidas de dinero por nueve u ocho millones, dicen algunos, mensuales, por concepto de drogas; entonces, esas son cosas que deben investigarse”.
Respecto del comienzo y continuación de la crítica situación que vive el ‘Asilo Casa del Recuerdo’ de Mompóx, Marsiglia asevera: “Yo creo que esta es una vena abierta que nace del ejercicio politiquero. Esto nació como parte del ‘Sistema Integral de Salud’ y, no se le hace una aplicación de las normas consecutivas de la modernización del estado. ¿Por qué?, porque los politiqueros, creyendo que esto era un feudo de ellos, así lo siguieron manejando, perjudicando a la institución y, entonces que sucede: que en este momento, por ejemplo, la estampilla ordenada por una ley, que deben recaudar municipio y departamento, el municipio no está teniendo esa responsabilidad, porque no se diligencia, ya que el marco jurídico de la institución no lo permite”.
Con estos hechos, según el médico Marsiglia, “pienso que se ha venido perjudicando al Asilo, por la irresponsabilidad de los gobernantes a nivel departamental y municipal. Sí, aquí vienen sucediendo hechos graves como las amenazas de muerte de parte del esposo de la gerente, señor Ibel Castro, quien quiso entrar a la fuerza a la institución y en presencia de algunos policías violentó la puerta, lo que trajo como consecuencia que la personera encargada levantara un acta en donde se registraron todos estos hechos, por lo que temo por mi vida e integridad, y solicito amparo de las instituciones del estado” para preservar la vida.