El Hospital Universitario de Cartagena silenciosamente está siendo aniquilado por el actual gobierno, que decidió arbitrariamente liquidar todos los Hospitales y ESE’s del país, en vez de inyectar el presupuesto millonario que se despilfarra en este proceso en adecuar y poner en funcionamiento los centros de salud. 

Trabajadores y estudiantes que dependen directamente del Hospital, se han visto atropellados e injustamente maltratados por el estado, que lo único que envía a los hospitales es policías antimotines para que desaloje a pacientes, funcionarios y estudiantes de la facultad de medicina de la universidad de Cartagena, que resisten y exigen sus derechos a la salud y la educación.

Otros Hospitales como el Hospital Lorencita Villegas, el Hospital Universitario de Cartagena, la Clínica Club de Leones de Cartagena; han sido cerrados, castrando las posibilidades de la comunidad y de los estudiantes del área de la salud; actualmente agonizan el Universitario del Valle y el San Juan de Dios.

La mayoría de estos centros, están disponibles para los estudiantes de pregrado y postgrado que realizan prácticas prestando un servicio a la comunidad,  además de la atención, hacen investigación en diferentes áreas de la salud.

Estas políticas del gobierno, lo único que traerán es más pobreza y abandono, pues ahora las personas de más bajos recursos ¿dónde serán atendidas?; sin mencionar a los estudiantes que ya no tienen la posibilidad de las prácticas y mucho menos acceso a la investigación.
 
Acarreando  detrimento en la calidad y servicio de la salud en Colombia, produciendo profesionales mediocres y sin idoneidad para asumir un rola tan importante como es el ser médico.
El argumento principal del estado cuando emprendió su campaña de liquidación, fue “disminución de costos” y mejoramiento en el servicio y tecnologías de los hospitales.

Harol Estrada López, docente de la facultad de medicina de la Universidad de Cartagena señala que los “dueños” de la salud, en su intento por disminuir costos, comenzaron a “glosar”, los estudios necesarios para diagnóstico y enseñanza, porque resultaban y elevaban el costo de la atención a sus afiliados; este fue el inicio del deterioro de la educación médica”.

“Posteriormente comenzaron a construir su red de atención (integración vertical), sacando sus pacientes de la red pública, con lo que terminaron asfixiando económicamente a los Hospitales Universitarios (quienes arrastraban una carga laboral inmensa por culpa de la corrupción), estos Centros hospitalarios van a terminar comprados por los causantes de sus crisis, a precios ridículos”. Argumentó estrada López.

El panorama es lamentable para usuarios, trabajadores y estudiantes que ven afectados sus intereses en salud, lo más grave es que esta problemática trasciende más allá del departamento de Bolívar; es una constante inminente que involucra todo la red hospitalaria del país.

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