Ella es auxiliar de enfermería en la ESE del municipio de Cartagena del Chairá (Caquetá). Estaba de vacaciones y retornaba un lunes a principios de mayo a sus labores. Cuando iba a tomar el trasporte para dirigirse al municipio de su trabajo, fue detenida por personal vestido de civil y uniformado. La llevaron de inmediato a prisión, donde legalizaron su captura.
Tras investigaciones, el sindicato confirmó que la están acusando de ser auxiliadora de la guerrilla. Es más, en un periódico local de Florencia la culpan de ser la “enfermera personal” de Fabián Ramírez, jefe del Bloque Sur de las Farc y miembro de la comisión de la guerrilla en La Habana. Supuestamente, ella es integrante de las Farc hace 10 años. El detalle es que ella tiene solo dos años de estar trabajando en ese municipio del sur del país, porque fue trasladada de Antioquia, de donde es oriunda.
“No es la primera vez que nos sucede esto con los compañeros. Tenemos muchos ejemplos de compañeros que han pasado hasta dos y tres años en la cárcel, acusados de terrorismo, rebelión y guerrilleros. Esto es uno de los tantos montajes que se están haciendo, porque nosotros, en Caquetá y especialmente en Florencia, denunciamos al gobernador, al secretario de salud, la secretaria de salud pública y fueron destituidos”, Juan Osorio, Tesorero de Anthoc.
Efectivamente, Anthoc descubrió en ese departamento una red de corrupción entre la gobernación y una empresa contratista, desde entonces ha habido múltiples “gestos de venganza” contra la organización sindical. Por esta razón, dos compañeros más están desplazados, el presidente de Anthoc Caquetá, Wilson Pérez, y Alfredo Castro, Presidente de Anthoc Florencia, quienes fueron amenazados directamente por los paramilitares.
Yahira Lorena tiene un hijo menor de edad, por lo que situación es aún más complicada. “Es uno de los tantos montajes que hace el ejército y el Estado colombiano para menguar a los que estamos luchando en contra de sus políticas”, agrega Osorio.
Del otro lado del país, la vicepresidenta de Anthoc Magangué recibió amenazas de la Bacrim ‘Los Rastrojos’; por lo cual, el directivo sindical sostiene que “se ha desatado una persecución” contra Anthoc en el territorio nacional.