{image}http://www.eldia.com.co/images/stories/180908/desechos.jpg{/image}Los frecuentes hallazgos de residuos hospitalarios en el país, han prendido las alarmas por posibles contagios de sida y hepatitis. Aún no conocemos a los responsables.
Durante el día de ayer en la comisión séptima del senado, se dieron cita los ministros de protección social, Diego Palacios, el ministro de transito y transportes, Carlos Uriel Gallego y Juan Lozano, responsable de la cartera del medio ambiente. En la comisión se discutió sobre la irresponsabilidad en el manejo de los residuos sólidos hospitalarios, el peligro a la salud de colombianos que encuentran a diario estos desechos cerca a sus viviendas.
Según el decreto 4741 de 2005 un residuo o desecho con características infecciosas se considera peligroso cuando contiene agentes patógenos con suficiente virulencia y concentración como para causar enfermedades en los seres humanos o en los animales. La posible transmisión de sida y hepatitis ponen en evidencia el malestar que causa una normatividad sin recursos, sin responsabilidades concretas, ni sanciones con carácter penal a los irresponsables.
Jorge Ballesteros y Gloria Inés Ramírez propusieron el debate, buscando generar soluciones frente a esta situación de emergencia. En la costa atlántica se hallaron los primeros residuos hospitalarios a cielo abierto, dispuestos a la curiosidad infantil y a la posible reproducción y transmisión de microorganismos patógenos. Los residuos se extendieron como una plaga en la geografía nacional. Aparecieron como epidemia, en Santander, Valle, Antioquia, Tolima. En los últimos meses se ha hecho público el negocio de reciclar sondas y jeringas. El senador Robledo señaló que esta grave situación en materia de salud pública es una consecuencia directa de la ley 100 de 1993.
Diego Palacios, Ministro de protección social argumentó que existía un vacío jurídico en la ley 430 de 1998, la que regula el manejo de residuos peligrosos, proponiendo una reingeniería en materia de legislación
Por su parte Jorge Ballesteros señaló "Un vacío normativo podría desencadenar graves consecuencias para la salud publica. La norma es clara cuando exige que se diseñe un plan de gestión integral de residuos hospitalarios y similares, la aplicación de protocolos de Bioseguridad, la adopción de un plan de contingencia para el manejo de residuos, la existencia de un programa Interno de Salud Ocupacional y Seguridad Industrial, entre otros aspectos".
El ministro de ambiente aseguró “Es indispensable que en esta dinámica se reglamente el tema del transporte de los desechos hospitalarios, que marquen adecuadamente los camiones, que utilicen camiones separados para no contaminar el resto de los residuos que manejan. Que se puedan aplicar dos tipos penales a través de denuncias, contra los que están poniendo en peligro la vida de los ciudadanos”
La comisión séptima llegó a la conclusión de conformar una “comisión accidental” para que junto con representantes del gobierno revisen la totalidad del proceso y además se encarguen de hacer una reingeniería sobre qué procedimiento se deben hacer y cómo lo deben vigilar. La fórmula de la comisión debe dar resultados eficaces, es la salud de los colombianos más vulnerables la que esta en juego.
Según el decreto 4741 de 2005 un residuo o desecho con características infecciosas se considera peligroso cuando contiene agentes patógenos con suficiente virulencia y concentración como para causar enfermedades en los seres humanos o en los animales. La posible transmisión de sida y hepatitis ponen en evidencia el malestar que causa una normatividad sin recursos, sin responsabilidades concretas, ni sanciones con carácter penal a los irresponsables.
Jorge Ballesteros y Gloria Inés Ramírez propusieron el debate, buscando generar soluciones frente a esta situación de emergencia. En la costa atlántica se hallaron los primeros residuos hospitalarios a cielo abierto, dispuestos a la curiosidad infantil y a la posible reproducción y transmisión de microorganismos patógenos. Los residuos se extendieron como una plaga en la geografía nacional. Aparecieron como epidemia, en Santander, Valle, Antioquia, Tolima. En los últimos meses se ha hecho público el negocio de reciclar sondas y jeringas. El senador Robledo señaló que esta grave situación en materia de salud pública es una consecuencia directa de la ley 100 de 1993.
Diego Palacios, Ministro de protección social argumentó que existía un vacío jurídico en la ley 430 de 1998, la que regula el manejo de residuos peligrosos, proponiendo una reingeniería en materia de legislación
Por su parte Jorge Ballesteros señaló "Un vacío normativo podría desencadenar graves consecuencias para la salud publica. La norma es clara cuando exige que se diseñe un plan de gestión integral de residuos hospitalarios y similares, la aplicación de protocolos de Bioseguridad, la adopción de un plan de contingencia para el manejo de residuos, la existencia de un programa Interno de Salud Ocupacional y Seguridad Industrial, entre otros aspectos".
El ministro de ambiente aseguró “Es indispensable que en esta dinámica se reglamente el tema del transporte de los desechos hospitalarios, que marquen adecuadamente los camiones, que utilicen camiones separados para no contaminar el resto de los residuos que manejan. Que se puedan aplicar dos tipos penales a través de denuncias, contra los que están poniendo en peligro la vida de los ciudadanos”
La comisión séptima llegó a la conclusión de conformar una “comisión accidental” para que junto con representantes del gobierno revisen la totalidad del proceso y además se encarguen de hacer una reingeniería sobre qué procedimiento se deben hacer y cómo lo deben vigilar. La fórmula de la comisión debe dar resultados eficaces, es la salud de los colombianos más vulnerables la que esta en juego.