“Hago la denuncia porque mi esposo no pudo haberse ido voluntariamente. Es una causa forzada, porque él tenía su proyecto de vida y su sueño en esta tierra”. Luz Elena Campo denunció con angustia la desaparición de su esposo, ex presidente de Anthoc Valle.

Robinson Rendón adelantó una importante labor en su época por los trabajadores y los derechos humanos en el Valle del Cauca. Por esta misma, él fue amenazado y partió hacia el exilio en Canadá durante 12 años.

Él regresó a Colombia hace dos años medio y ella, año y medio atrás. Robinson se dedicó 100% a la tierra y desde el 26 de septiembre se encuentra desaparecido. “El salió a las 6 de la tarde de Génova, Quindío. La última vez que se vio fue cuando bajó de la buseta en un corregimiento que se llama Barragán, en esa misma fecha; a partir de ahí, nosotros no sabemos absolutamente nada”, comenta su esposa, notoriamente afligida y con lágrimas en los ojos.

En mes y medio que lleva desaparecido, se ha presentado una discrepancia entre la Defensoría del Pueblo y el CTI. La primera entidad dice que en la zona de Génova aún hay reductos de lo que se llamó en su momento ‘Autodefensas del Calima’; pero el CTI asegura que es delincuencia común. Realmente no hay claridad.

Luz Elena tiene algo claro, la desaparición de su esposo “no es algo voluntario, como algunas personas han estado pensando en las investigaciones”.

La Defensoría cuenta con un estudio que asegura que el área de la cordillera es considerada de alto riesgo por hechos que han venido ocurriendo y grupos paramilitares permanecen operando con otros nombres.

En la búsqueda de Robinson hay cuatro investigadores: dos gubernamentales, uno personal y otro contratado. Ninguno tiene pistas del paradero.

Mientras, su esposa lo recuerda como un luchador ejemplar. “A él toda la vida yo lo escuché hablar sobre los derechos humanos, sobre la dignidad del trabajador. Él estuvo denunciando casos delicados en su época en Cali, sobre hospitales, sobre malos manejos. Él siempre ha sido un hombre correcto, íntegro y en la lucha por los derechos humanos”. Ahora, es su turno de no dejarse desfallecer, “seguimos en esta lucha, porque yo voy a continuar hasta saber qué le pasó a Robinson”.