{image}http://www.eldia.com.co/images/stories/070309/relleno.jpg{/image}Un estudio realizado por la Universidad del Valle confirmó que los habitantes del sector del relleno Doña Juana, estan expuestos hace mas de 20 años a particulas de PM10, Benceno y Xileno, el aire que respiran cientos de personas de los barrios Mochuelo Alto y Mochuelo Bajo esta altamente contaminado.
Fabián Méndez, médico epidemiológico, profesor de la Escuela de Salud Pública y director del estudio que evaluó la influencia del relleno en la población cercana, les informó en la terde de ayer enun areunion que se realizó en el auditorio de la escuela Mochuelo Alto.
Inmediatamente despues del informe del epidemiologista, las personas del sector se expliucaban alas razones de algunas de las enfermedades que padecen. Luz Marina Urrego, madre comunitaria del barrio, dijo que “el relleno tenía tantos efectos negativos, que desde que se fue a vivir a la zona comenzaron sus problemas de asma”. Un antiguo funcionario del relleno le atribuía la infección que invadía medio lado de su rostro a las 630 toneladas que se depositan diariamente en Doña Juana y un grupo de mujeres hablaban de los constantes problemas respiratorios de sus pequeños hijos.
El doctor Méndez le explicó a la comunidad que entre mayo de 2005 y enero de 2006 la Universidad del Valle, contratada por el Distrito y Proactiva, el consorcio que maneja el relleno, realizó una serie de muestras en las que se tomó como referente la población más cercana al relleno y un grupo de habitantes con condiciones similares a las de una “zona de control”, con el objetivo de comparar los resultados . El estudio estuvo enfocado principalmente a niños entre cero y tres años, uno y cinco años y adultos mayores de 50.
En cuanto a la calidad del aire se concluyó que tanto las cantidades de PM10, partículas invisibles que en grandes cantidades pueden llegar a inflamar los bronquios, como de Benceno, un gas incoloro que causa convulsiones, alteraciones del ritmo cardíaco y hasta leucemia, superaron la norma local en un 75% de las muestras. “Pudimos identificar que las personas mayores de 50 años, que viven más cerca de Doña Juana, presentaron una disminución en su capacidad respiratoria durante los seis meses del estudio”, dijo Méndez.
La investigación estableció que los niños que viven en esta zona presentan un peso y talla por debajo de lo normal y que son más vulnerables a ser afectados por enfermedades respiratorias como ataques de pecho, ojos rojos y llorosos y disfonía. Mientras los funcionarios de la Secretaría de Salud intentaban explicarle a la comunidad que esto era además consecuencia de los bajos niveles de alimentación y de la contaminación producida por las 46 ladrilleras que funcionan en la zona, Néstor Morales, profesor de tercero de primaria de la escuela distrital del barrio, aseguraba que diariamente faltan a clases cerca de cuatro o cinco niños de su salón por síntomas como vómito, mareos y problemas respiratorios.
La comunidad estaba cada vez más inconformes con los resultados del informe. No entendían por qué si el estudio había finalizado en 2006 y se habían identificado los efectos negativos del relleno en su salud, solamente tres años después los ponían al tanto de los resultados. Es una irresponsabilidad que se informe de forma tardía a los habitentes del sector la gravedad de estar vibiendo cerca al relleno Doña Juana, y que piensen que informando a la comunidad del problema esta todo resuelto, hay que tomar emdidas seria para reubicar a las familias que viven en el sector.