{image}http://www.eldia.com.co/images/stories/101109/medicamentos.jpg{/image}En Colombia la privatización, la falta de responsabilidad del Estado y la violación al derecho fundamental de la salud ha hecho que miles de personas tengan que mendigar una buena atención a pesar de ser usuario del servicio obligatorio de salud.
El acceso a los medicamentos que entregan las EPS siempre ha sido un dolor de cabeza para los usuarios, sobre todo aquellos que tienen un alto costo y que las empresas prestadoras tienen la obligación de entregarlos. Es el caso del KALETRA, un antirretroviral que hace parte del tratamiento para personas que viven con VIH Sida (Virus de Inmunodeficiencia Humana).
El Ministerio de la Protección Social tiene una normatividad muy buena que si se cumpliera todo funcionaría a la perfección, recalcó David Morales Alba, Director de Mirada Latina, un proyecto de comunicación en la Web dedicado al tema del VIH sida. A la vez comentó que según el Ministerio de Protección Social en el país existe un cubrimiento del 75% al 100% de medicamentos para enfermedades de alto costo incluida el Virus de Inmunodeficiencia Humana.
Lamentablemente las acciones de tutela, los reclamos y la cantidad de quejas sobre la no entrega de estos medicamentos a tiempo aumentan cada día más, por lo que pareciera que se estuviera hablando de dos países diferentes: uno el que trabaja con el Ministerio de Protección Social y otro en el que viven las personas con VIH.
Cuando ni siquiera la acción de tutela genera la entrega inmediata del medicamento comienzan los problemas. Aparte de que las entidades de salud están incumpliendo la ley también están perjudicando al paciente generándole desfases y dando paso a que desarrolle una resistencia ante los medicamentos. Cuando un paciente reinicia el tratamiento tiene que acudir a la reformulación, hecho que va afectando la salud del individuo.
La mesa de organizaciones con trabajo en VIH, la Red Colombiana de Personas que Viven con VIH -RECOLVIH-, el Instituto de investigación SARMA y la Fundación Misión Salud, trabajan con personas que viven con VIH sida y han organizado una solicitud de licencias sobre la entrega de los medicamentos. Sin embargo, el laboratorio ABBOTT que distribuye el medicamento se negó a entregar la licencia, acudiendo entonces al Ministerio de Protección Social para solicitar la declaratoria de interés público, que también fue negada. Esta situación condujo a abrir una acción judicial ya que existe una ley que declara a los antirretrovirales como medicamentos de interés público. No obstante, en la actualidad la patente de Kaletra la posee el laboratorio ABBOT, quien tiene mucho peso en la economía de Colombia aseguró David Morales, especializado en el tema.
Cuando se llevó a cabo la solicitud formal de interés público al Ministerio de Protección Social ellos dijeron que no era de su competencia, que le correspondía a la Superintendencia de Industria y Comercio, ésta un mes después entregó el caso a INVIMA porque tampoco tenía pertinencia sobre el asunto, luego INVIMA se tomó cuatro meses para decir que eso era de la Superintendencia y este de nuevo se lo pasó al Ministerio. Todo ello quiere decir que no tienen claro cuáles son las competencias de cada una de las entidades que regulan el sector salud, lo que termina beneficiando a las empresas farmacéuticas.
A pesar de que las EPS están obligadas por ley a entregar el medicamento no lo hacen o entregan menos de la formulación médica indicada, además según estas empresas no hay derecho a la acumulación lo que sigue perjudicando el tratamiento del paciente. Todo está legislado pero nada se ha ejecutado.
Es una situación solo favorece el enriquecimiento de las farmacéuticas, quienes dicen trabajar por el bienestar y la salud de la población, pero que en realidad están deteriorando el servicio a favor de sus intereses económicos. Un ejemplo, es la adjudicación de premios a los profesionales de la salud cuando no autorizan exámenes costosos. La pregunta que surge es ¿en Colombia se vela por los derechos de la salud de las personas o se vela por los intereses económicos de las empresas farmacéuticas y afines al sector?
A partir de marzo de este año, en Colombia el tratamiento con el medicamento Kaletra cuesta por paciente-año mil cien dólares. Anteriormente el costo era de cuatro mil dólares, pero el ministerio obligó al laboratorio a bajar el precio. En Perú el mismo medicamento que no tiene patente cuesta 690 dólares, además de circular otro tipo de marcas. Lo que significa, como dice David Morales, “si usted no tiene un servicio de salud donde le suministren los medicamentos entonces ¿de dónde va a sacar ocho millones de pesos al año para un solo medicamento?
RECOLVIH en una estadística que realizó en el año 2007 reveló que existían aproximadamente 52.000 personas que requerían del tratamiento de VIH y al parecer 21.000 ya han muerto. Según el Ministerio de Protección Social, en Colombia hay 175.000 personas infectadas, cifras que no son creíbles para el director de Mirada Latina. En un país de 40 millones de habitantes no se puede asegurar que solo hay 175.000 mil personas infectadas con el virus, estas solo son las reportadas por estar inscritas en algún sistema de salud y recibiendo algún tipo de tratamiento pero son muchas más que aún están en el anonimato y que viven con VIH, ya sea porque no se han realizado la prueba o no pertenecen a alguna empresa prestadora de salud.
David Morales trabajó por dos años un proyecto para promover la prueba del VIH en América Latina. Siendo colombiano y residente en el país imaginó que le iba a hacer más fácil conseguir información sobre el tema pero para sorpresa suya obtuvo más insumos de parte de otros países que del propio: “aquí la información del Ministerio se limita aun clip de televisión y una línea gratuita para orientación del VIH donde le dicen que se comunique con la Liga Social de la lucha contra el SIDA”. Se supone que la responsabilidad la debe tener el Ministerio y no una ONG privada pero por lo menos hay una orientación, asegura David. Lamentablemente no existe una campaña para promover la prueba y aunque éste especialista en el tema intentó hacerlo unificando esfuerzos con una caja de compensación, no lo logró.
Kaletra es un pequeño ejemplo del manejo de los medicamentos en los sistemas de salud. Si bien, los pacientes que viven con VIH no son los únicos que sufren la negligencia y avaricia de las grandes empresas farmacéuticas que se encuentran en Colombia, el Estado si es el único responsable de no hacer cumplir las normas y leyes que se expiden en el país, y el único responsable de no velar por los derechos de los ciudadanos.