{image}http://www.eldia.com.co/images/stories/280110/medicos.jpg{/image}La emergencia social decretada por el gobierno nacional es una de las medidas más preocupantes para el ejercicio de la profesión medica, se trata de sujetar las prescripciones medicas a lo que está en el POS y no lo que los pacientes necesitan. Los médicos que no cumplan con esta norma serán sancionados con multas por encima de los 20 millones de pesos.
El sentido de la norma aquí es bastante claro se trata de asegurar la supervivencia de las EPS a costa de los pacientes. Se salva la EPS, se muere el paciente. La ley 100 restringía lo que los médicos podían medicar ahora se les restringe la autonomía y se les sanciona. La salud solo se obtendrá por fuera del sistema –no POS- es decir por quienes puedan pagarla aparte.
Esta medida, el decreto 131, es una clara demostración de la deshumanización de la salud por parte del actual gobierno. Es una medida economicista que no tiene en cuenta la vida humana, la salud, solamente el beneficio, y lo más grave el beneficio de unos pocos a costa de las mayorías y más pobres del país. Aquí el gobierno confundió intencionalmente los fines con los medios para beneficiar a las EPS.
Ante una situación como la que se ha presentado era posible tomar otras medidas, incrementar el presupuesto, incrementar las afiliaciones, reducir las ganancias de las EPS, etc. Sin embargo, el gobierno opto por golpear a los más débiles a los prestadores del servicio y a los usuarios. Ahora les toca a los médicos manifestarse como toda la población.
Lo peor, con el agravante y algo que no se ha destacado, de brindar carnets a los sectores más pobres e ignorantes de la población que tendrán la ilusión de confundir un carnet con el acceso a un derecho como es la salud en vísperas de campaña electoral.