El la Guajira existe una fundación liderada por Rosa María Brito, una mujer sin ninguna especialidad en la salud, que decidió asumir la responsabilidad de atender a doscientos pacientes enfermos de SIDA; su motivación es la discriminación y la problemática que esta población vive constantemente.
El calificativo que ella utiliza para autodenominarse desde que inició su actividad hace cinco años, es “autodidacta del VIH”. La misión que asumió con los enfermos, no solo radica en lo que respecta a su salud física. Además provee todo lo necesario en cuestión de medicamentos y asesoría psicoterapéutica, pues el estado anímico es fundamental ya que en la mayoría de los casos, los pacientes son rechazados por su núcleo familiar más cercano.
Con la experiencia de trabajos anteriores, como el de la secretaria de salud departamental y el apoyo a programas de salud, evidenció la necesidad de trabajar con esta población tan marginada en la sociedad.
Creó una fundación llamada “Esperanza es vida” y su trabajo es dar orientación y capacitación a los enfermos de la Guajira; actividad que realiza sin ningún costo. Hay personas que se han involucrado en el proceso de Rosa María, e igual que ella trabajan en el anonimato, disponiendo los espacios de sus casas para atender los pacientes.
Un grupo de profesionales también se ha unido a esta labor, entre ellos tenemos: psicólogos, trabajadores sociales, bacteriólogos, médicos etc. Hecho que permite que se preste un servicio integral a todas las personas que llegan buscando un espacio para sobrellevar la enfermedad y aprender los cuidados necesarios para mejorar su calidad de vida.
La fundación se sostiene de la gestión humanitaria que hace Rosa María y todo el grupo de profesionales que la acompañan.
“Con esas familias hacemos un trabajo de sensibilización e información, porque por desconocimiento muchos pacientes son rechazados, discriminados en el seno de sus hogares. Entonces nosotros con las visitas domiciliarias les explicamos sobre el virus, cómo se contagia la enfermedad, cómo se debe prevenir y cuál debe ser el comportamiento adecuado de la familia en estos casos”, afirma Rosa María.
Ha gestionado recursos con organizaciones internacionales como el Plan Mundial de Alimentos y la Organización de las Naciones Unidas (ONU SIDA), que apoyan su trabajo. Por fortuna en el la Guajira existe un lugar que ayuda sin animo de lucro a los contagiados de esta pandemia que azota al mundo entero.
Con la experiencia de trabajos anteriores, como el de la secretaria de salud departamental y el apoyo a programas de salud, evidenció la necesidad de trabajar con esta población tan marginada en la sociedad.
Creó una fundación llamada “Esperanza es vida” y su trabajo es dar orientación y capacitación a los enfermos de la Guajira; actividad que realiza sin ningún costo. Hay personas que se han involucrado en el proceso de Rosa María, e igual que ella trabajan en el anonimato, disponiendo los espacios de sus casas para atender los pacientes.
Un grupo de profesionales también se ha unido a esta labor, entre ellos tenemos: psicólogos, trabajadores sociales, bacteriólogos, médicos etc. Hecho que permite que se preste un servicio integral a todas las personas que llegan buscando un espacio para sobrellevar la enfermedad y aprender los cuidados necesarios para mejorar su calidad de vida.
La fundación se sostiene de la gestión humanitaria que hace Rosa María y todo el grupo de profesionales que la acompañan.
“Con esas familias hacemos un trabajo de sensibilización e información, porque por desconocimiento muchos pacientes son rechazados, discriminados en el seno de sus hogares. Entonces nosotros con las visitas domiciliarias les explicamos sobre el virus, cómo se contagia la enfermedad, cómo se debe prevenir y cuál debe ser el comportamiento adecuado de la familia en estos casos”, afirma Rosa María.
Ha gestionado recursos con organizaciones internacionales como el Plan Mundial de Alimentos y la Organización de las Naciones Unidas (ONU SIDA), que apoyan su trabajo. Por fortuna en el la Guajira existe un lugar que ayuda sin animo de lucro a los contagiados de esta pandemia que azota al mundo entero.