La cultura de automedicarse en Colombia es muy frecuente, sobre todo cuando de antibióticos se trata, a cualquier síntoma que aparenta ser infeccioso (gripa, fiebre, dolor de garganta) inmediatamente se contrarresta con éste medicamento de uso tan delicado.  

El motivo se desconoce y es simple: las bacterias se vuelven resistentes a las medicinas ante la toma indiscriminada y el mal uso de los antibióticos. La ingesta excesiva de esta clase de medicamentos, produce microbios resistentes que pueden infectar el flujo sanguíneo y los intestinos.

La función principal de los antibióticos es combatir la infección por bacterias y es el único recurso con que se cuenta para ello. Lo preocupante es que se desconoce que cada bacteria requiere un tratamiento y unos componentes diferentes, dependiendo de sus características, por lo que no todos los antibióticos sirven para tratar todo tipo de infecciones.

Carlos Saavedra, director de investigación del Departamento de Infectología de la Universidad Nacional de Bogotá, indicó: “No sean anárquicos con los antibióticos. Estos deben ser manejados dentro de un sistema de regulación. Hay algunos tipos de medicamentos a los que hay que tenerles respeto, porque la exposición a estos hace que haya once veces más riesgo de resistencia”.

Al no tener cuidado al usarlos, agregó Saavedra, estamos ampliando la posibilidad de que la persona que los usa se infecte por un microorganismo multirresistente.

Existe un decreto en el que se prohíbe la venta de antibióticos sin fórmula médica. La venta sin formula se realiza en la mayoría de establecimientos, a pesar de la legislación que la restringe.

El impacto de ésta medida aun no se ha cuantificado, pero se espera mejorar el uso indiscriminado de este grupo de medicamentos. Anexo a ello,  se ha expedido el decreto 2200 de 2005 que regula y clasifica los establecimientos farmacéuticos, sin embargo, no existe suficiente recurso humano capacitado para profesionalizar las farmacias.

El Senador Samuel Arrieta, presidente de Convergencia Ciudadana, radicó el proyecto de ley No 274 de 2008 “Por medio del cual se Reglamenta la venta de medicamentos y se prohíbe la venta de antibióticos sin fórmula médica”.

Agrega Arrieta que “este proyecto regulará a los propietarios, tenedores, administradores y dependientes de droguerías y farmacias, en la venta de antibióticos exigiendo la respectiva receta vigente”.

La misión de fortalecer la normatividad frente a la venta de medicamentos, es que las autoridades en salud sean estrictas en limitar la venta libre de  los antibióticos. Es irresponsable que se expendan sin formula o que sean sugeridos por farmaceutas o personal sin la idoneidad que requiere.
 

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