{image}http://eldia.co/images/stories/010611/001.jpg{/image}Luego de un año de gestión administrativa de parte del Dr. Luis Ortiz Ibáñez, la situación económica del hospital Napoleón Franco-Casa del Niño, ubicado en la ciudad de Cartagena, muestra una evolución favorable.

El hospital que fue recibido con una deuda de seis meses de salario a los empleados,  que  estaba al borde de la intervención a causa de sus  pésimos  indicadores financieros, ha ido repuntando gracias al trabajo mancomunado entre las directivas y los trabajadores, quienes sin importar su pertenencia o no al sindicato, han participado en el área de inspección, vigilancia y control, demostrando iniciativa y confianza en el administrador que cuenta con 20 años de experiencia en el sector.

A pesar de la buena gestión, aún se deben tres meses de salario. Los indicadores financieros  han subido  así como las utilidades, el reto ahora es rescatar las ganancias de las arcas de las EPS, realizar la gestión para que el dinero quede en las cuentas del hospital y de los trabajadores.

Y es que la cartera por cobrar  del hospital es de 15000 millones de pesos, y se tienen pasivos por 8000 millones, lo cual implica que queda un saldo a favor de 7000 millones para invertir en el desarrollo del hospital. Sin embargo el dinero esta en las cuentas y campos de Golf de Saludcoop y demás EPS que  han sido delatadas por su corrupción y mala administración.

Ahora que se ha destapado la “olla podrida” del sector salud, y que los funcionarios del Estado manifiestan su conveniente desconocimiento, es momento que la ciudadanía reclame para que se conozca y judicialice a los responsables del desfalco, que han ocasionado la violación de los derechos fundamentales de las comunidades mas vulnerables del país.

El llamado que se hace es a que el Estado asuma su responsabilidad política y sea real garante de la condición de Estado Social de Derecho, que genere las reformas pertinentes para que se garantice un sistema de seguridad social de calidad en el cual los derechos fundamentales no sean convertidos en mercancía que se comercializa por los empresarios privados ávidos de ganancia.