{image}http://www.eldia.co/images/stories/061010/04.jpg{/image}Recientemente el Departamento Administrativo de Función Publica, dio el visto bueno para reestructurar varios hospitales de Cundinamarca, lo cual significa un recorte de la planta laboral y la privatización de los servicios médicos en esta zona del país.
Francisco Carillo, presidente de ANTHOC-Cundinamarca, manifestó que  los hospitales de Fusagasuga, Guaduas y Villeta son las instituciones de  salud a reestructurar, donde aproximadamente 600 trabajadores podrían  perder sus puestos de trabajo.
El gobernador de Cundinamarca,  Andrés González, ha manifestado públicamente la no liquidación de  ningún  hospital público del departamento, pero en la realidad viene  tercerizando las diferentes plantas administrativas, contratando con  cooperativas de trabajo, violando de dicha manera la sentencia C-614,  aseveró Francisco Carillo.
La reestructuración de los hospitales  públicos se terminaría en el mes de enero de 2011, donde  en Fusagasuga  saldrían 400 trabajadores, en Villeta la cifra podría ser de 50  empleados y en Guaduas podrían perder sus puestos de trabajo 150  personas.
Lo peor de la situación, es que los trabajadores  despedidos llevan más de 25 años de servicio y no se les reconocerá  ningún derecho a pensión, generando un problema social, porque en  nuestro país, la gente de mayor edad no consigue trabajo fácilmente.
Actualmente,  ANTHOC- Cundinamarca se encuentran elaborando las tareas de defensa de  los hospitales públicos, para ello han contado con el apoyo de la CUT y  de las distintas comunidades afectadas.
El pasado 30 de octubre,  se reunió la regional del Sumapaz de la CUT, en la cual participaron las  diferentes organizaciones sindicales de la zona, las juntas de acción  comunal, las veedurías y la comunidad en general, para exigirle al  gobernador  González, la defensa de  la salud pública, la no  privatización del agua potable, y  la no venta de la Universidad de  Cundinamarca.
El problema de la crisis hospitalaria se debe al  modelo sobre el cual descansan los fundamentos de la seguridad social,  es decir, la ley 100 de 1993, la cual  en caso de seguir en vigencia  llevara a  todos los centros administrativos de salud públicos del país a  la desaparición y a la privatización total de la salud beneficiando  únicamente a los Entes Privados.
 
					
										