{image}http://imagen.eldia.co/cache/anthoc/personajes/rene-balolles_595.jpg{/image}El olvido que vive Chocó se evidencia en todos lados por donde se quiera ver, en la región, la inversión en educación es insignificante pues solo existe una universidad pública y está en Quibdó, no hay presencia de la fuerza pública lo que lleva a que la gran parte del departamento sea manejado por las paramilitares disfrazados de bandas criminales , pero tal vez los mas crítico que tiene la región es la poca asistencia médica con la que cuentan los chocoanos.

El sistema de salud del país no solo sufrió un duro golpe con la entrada de la ley 100 del 1993 sino que quedo en nocaut, en casi todos los departamentos los hospitales sobreviven por la gracia de Dios, porque el estado no le invierte un peso y lo poco que le invierte se lo roban las EPS o los gamonales locales, por supuesto el Chocó es uno de los departamentos más afectados.

Hablamos con René Baloyes, presidente de ANTHOC Chocó, quien nos explicó que los hospitales del Chocó profundizaron su crisis desde hace cinco años luego que la Superintendencia de Salud interviniera y liquidara varios hospitales, lo que ha generado que los trabajadores no tengan estabilidad laboral y muchos de ellos estén próximos a ser despedidos. Pero además la liquidación también se llevó por delante la red departamental de servicios y la EPS estatal del departamento fue entregada a Caprecom, lo que actualmente afecta la atención en los municipios, corregimientos y veredas, además no se pueden formular muchos medicamentos (POS y No POS) pues básicamente en la región no existen.

En todo el departamento del Chocó solo se cuenta con un hospital de segundo nivel, este es el San Francisco de Asís en Quibdó que también está en crisis, desde el 2010 se encuentra intervenido y está próxima su liquidación. La situación del Chocó es deprimente, la red de hospitales está en crisis y las comunidades y los trabajadores son los perjudicados.

El sindicato ha instaurado una serie de medidas legales para intentar que alguna institución del orden nacional genere acciones jurídicas que modifiquen esta situación, pero, el camino jurídico es largo e inesperado. La única forma como las comunidades y los trabajadores se han hecho escuchar es a través de la movilización social, por eso marcharan este 5 de diciembre para denunciar los atropellos de las EPS y en contra de la reforma tributaria.

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